En el desierto había una mini granja donde vivía un granjero con sus 500 caballos a los cuales utilizaba para ganar dinero. Los vendía y ganaba mucho.
Un día estaba hablando con todos las personas con las que tenía un contrato, y ellos le dijeron que estaba despedido, que su contrato se cancelaba y que aprovechara los últimos pesito que le quedaban. Se le derrumbo su mundo entero y pensó que toda la culpa la tenían los caballos, por eso fue al establo donde estaban todos y tomó un hacha y los empezó a perseguir.
Los caballos corrían desesperadamente para que no los alcanzaran. Luego el granjero alcanzó a otro, pero este lo pateó hasta matarlo.
Y todos los caballitos vivieron felices para siempre.
Fin
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